Liderar es enamorar, ilusionar, dirigir, potenciar, motivar, coordinar…
Hay líderes naturales que son capaces de crear fieles seguidores por su oratoria, por sus acciones o por sus valores. Pero también hay líderes que se forjan a partir de la experiencia, del conocimiento y del aprendizaje constante.
Liderar es una gran responsabilidad, porque el líder es responsable de las personas a su cargo y de sus acciones. Y el liderazgo, la sensación de poder, también tiene un “lado oscuro”, que hay que aprender a gestionar.